La Ibiza de Netflix

No soy muy cinéfila por lo que esto no es una crítica de cine sino una opinión sobre una película que podría no haber existido, pero que ex...

No soy muy cinéfila por lo que esto no es una crítica de cine sino una opinión sobre una película que podría no haber existido, pero que existe y ha sido estrenada en Netflix. Quería ver la película 'Ibiza' por dos motivos: uno, porque simpatizo con la actriz Gilliam Jacobs en su serie 'Love', en la que interpreta a Mickey, una treintañera con un buen trabajo y una tendencia innata al autosabotaje de su vida personal; la otra razón era porque pese a llamarse 'Ibiza', la cinta está rodada en Serbia y Croacia y quería ver cómo habían salvado el tema de las localizaciones. Pero la realidad es que hay que tener un sábado por la noche muy aburrido para empezar a ver la cinta y ser capaz de llegar hasta el final. Hay que ser muy cruel para convencer a una amiga de que la vea contigo y prepararte para que no te la vomite en la cara cada vez que se te ocurra hacerle una recomendación cinematográfica. No creo que el Consell de Eivissa tenga que preocuparse por la imagen que se da de la isla porque la película cae por su propio peso en la más absoluta vulgaridad. La cinta es mala a rabiar, con situaciones absurdas y diálogos de besugos. Es imposible sentirse representado por esta película, como afirmó que esperaba su director en una entrevista a este medio.Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.