Serio y decepcionado. Así compareció ayer Raúl Casañ, entrenador de la Peña Deportiva, tras la derrota de su equipo frente al Celta B por 3...
Serio y decepcionado. Así compareció ayer Raúl Casañ, entrenador de la Peña Deportiva, tras la derrota de su equipo frente al Celta B por 3-4. Un encuentro «que estaba ganado» y que «en dos despistes» se les escapó a los peñistas. «Era un partido que había que ganar sí o sí. Y más conforme lo teníamos encarrilado», manifestó Casañ, que aseguró que al Celta B se le habían aparecido «la Virgen y todos los Apóstoles».
«Se les ha aparecido la Virgen en todos los aspectos, pero nosotros también hemos hecho que se les aparezca, relajándonos un poco y no mantando el partido», comentó el preparador valenciano.
A Casañ se le preguntó por qué sus jugadores no tiraron a puerta cuando desde el minuto 70 el rival estaba jugando con un futbolista de campo como portero tras la expulsión de Fran. «Yo les he pedido [a los futbolistas] que tiraran a gol todo lo que pillaran. Lo único que tengo es que defender a los jugadores porque estas cosas pasan a veces. Hay que estar para cuando vengan y arroparlos ahora más que nunca. Ni antes éramos unos maravillas ni ahora somos malos», declaró el técnico del bloque ibicenco, que definió el tropiezo de ayer como «una cura de humilidad» que deben «tener en cuenta».
Casañ afirmó que los goles encajados ayer llegaron en «cuatro errores individuales» de su equipo. «En casa no podemos recibir cuatro goles porque así no puedes ganar un partido. Han metido todo lo que han tirado. Nosotros no hemos tenido tanta efectividad. Sí que hemos tenido llegadas para matar el partido, no lo hemos hecho y te vas con la cara de tonto a casa», añadió el entrenador de la escuadra local. Insistió en que habían «regalado» los cuatro goles por culpa de fallos que son «evitables».
Según Casañ, «con uno más y con todo a favor» deberían haber «metido dos goles más» y se habría acabado el encuentro. «Esto es fútbol, y cuando todo parece que es de una manera, cambia y es de otra», dijo. Para el valenciano, lo de ayer es «inexplicable» porque su equipo iba ganando por 3-1 y estaba jugando con un futbolista más.
El técnico de la Peña sólo piensa ya en «trabajar» para el próximo partido, que será en el campo del Melilla. «Hay que corregir muchas cosas y trabajar más. Si con esto no es suficiente, hay que trabajar más».
Casañ tampoco quiso desmerecer la labaor del Celta B, del que ya había advertido que era un gran equipo, y dijo que había que «felicitarles» por el triunfo que consiguieron en Santa Eulària.
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